CUELLO DE TRAPILLO

Por fín me he estrenado con el trapillo y ha sido con algo rápido, fácil y resultón: un cuello.
No suelo usar bufandas, me resultan molestas, pero sin embargo soy asidua a las prendas con cuello alto porque en cuanto empieza el otoño mi garganta se resiente, así que los cuellos son perfectos para mí.

Me he decantado para este por el trapillo por el tema de los picores y bolitas; en ese aspecto estupendo ya que además el resultado es muy limpio. Por contra pesa mucho...


Os digo en pocas palabras cómo lo he hecho: agujas del 10 y un ovillo de trapillo (enterito); montar los puntos que necesitemos para el alto (en mi caso 10 puntos) y tejer a punto bobo hasta dar con la largura deseada (en mi caso 18 vueltas). Coserle un botón que contraste (yo he elegido uno de madera que tenía en la caja de los botones, seguramente de un abrigo que pasó a mejor vida) y listo! ni ojal hace falta porque al ser los puntos gordos el botón cabe perfectamente entre ellos.

¿Qué os parece? ¿Fácil no? En dos raticos terminado. No hay excusa para no lucir uno este invierno.

Y porqué no, uno de cada color, jeje.

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