Un trocito de mi: El Olivar
Aunque quería que este fuese un blog "impersonal" no es posible, necesito plasmar algo de mí, un trocito de mi...
Mi madre nació en la capital del Bajo Aragón, allí se crió y conoció a mi padre.
Mi abuelos vivieron siempre allí así que de pequeñas pasamos Navidades, Semanas Santas veranos y muchos fines de semana, unas veces solas y otras con unos u otros primos.
Muchos recuerdos me llevan allí: juegos en el patio, carreras por las calles (a pie y en coche), la tienda de chuches donde íbamos a gastar la propina que un tío u otro nos había dado...y la huerta...
Últimamente era mi tío, el que vive allí, quien se encargaba de ella. Mi abuelo ya no tenía fuerzas y cuando nos dejó pasó a manos de su hijo lo que ha permitido que podamos seguir disfrutando de ella.
Y este fin de semana lo hicimos.
Nos juntamos los hermanos de mi madre con hijos y nietos ¡veinte personas y tres perros! y eso que falto alguno...
Lo pasamos bien, reimos, hicimos brasa y nos pusimos al día pero quienes más disfrutaron sin lugar a dudas fueron los pequeños.
Cogieron uva, pimientos y tomates, vieron gallinas, subieron ribazos, se llenaron de tierra y hasta hubo quien se cayó en la balsa.
La fiesta se alargó hasta la noche y los chicos cayeron rendidos en cuanto se montaron en el coche.
Próxima reunión el 23 de marzo. ¡Qué ganicas tengo!
Mi madre nació en la capital del Bajo Aragón, allí se crió y conoció a mi padre.
Muchos recuerdos me llevan allí: juegos en el patio, carreras por las calles (a pie y en coche), la tienda de chuches donde íbamos a gastar la propina que un tío u otro nos había dado...y la huerta...
Últimamente era mi tío, el que vive allí, quien se encargaba de ella. Mi abuelo ya no tenía fuerzas y cuando nos dejó pasó a manos de su hijo lo que ha permitido que podamos seguir disfrutando de ella.
Y este fin de semana lo hicimos.
Nos juntamos los hermanos de mi madre con hijos y nietos ¡veinte personas y tres perros! y eso que falto alguno...
Lo pasamos bien, reimos, hicimos brasa y nos pusimos al día pero quienes más disfrutaron sin lugar a dudas fueron los pequeños.
Cogieron uva, pimientos y tomates, vieron gallinas, subieron ribazos, se llenaron de tierra y hasta hubo quien se cayó en la balsa.
A la sombra del olivo |
Por supuesto, hubo coches |
Al pobre Thor nadie le pasaba la pelota... |
La fiesta se alargó hasta la noche y los chicos cayeron rendidos en cuanto se montaron en el coche.
Próxima reunión el 23 de marzo. ¡Qué ganicas tengo!
Siiii!!! pronto otraaaa!!!
ResponderEliminareso esperamos que ojala podamos estar todos reunidos
ResponderEliminarSiii, qué ganicas tenemos todas eh?
ResponderEliminarQue historia tan bonita!!!!!!!!!!! Gracias por compartirla.
ResponderEliminarQué te voy a decir... Venimos de Caspe...
ResponderEliminarMe encanta conocerte un poquito más.
Un besico
Qué te voy a decir... Venimos de Caspe...
ResponderEliminarMe encanta conocerte un poquito más.
Un besico